jueves, 28 de febrero de 2008

Destino Bodegas Pomar en Carora


Sorprendentemente agradable fue mi experiencia al visitar la vendimia de Pomar, en septiembre del año pasado. No necesita ser un conocedor o un amante del vino para disfrutarlo. Una experiencia que recomiendo vivir. Uno recibe más de lo ofrecido. Relativamente económica, y existen planes de uno, dos y tres días, para adaptarse a su presupuesto y su tiempo. Difícil de conseguir reservación. Lo recomiendo con los ojos cerrados.

Árido, desértico, seco, caliente, así se visualiza la carretera que une Barquisimeto con Carora, a la llegada, si se dirige al centro, se encontrará con un pequeño pueblo colonial, por demás muy bien conservado, y acogedor, aunque la vegetación mejora un poco y con ella la temperatura, hace calor. Nos dirigimos a la posada donde nos alojaremos, cómoda sin ningún lujo, a muy buen precio, existen varias opciones, Katuca, Madre Vieja, etc.

Ya es medio día, dejamos los peroles, si acomodar y nos dirigimos a la Bodega, muy puntuales todos los asistentes, cosa no muy común en Venezuela, nos reciben donde se llevará a cabo el almuerzo, Ah! Señor Aire Acondicionado, allí mismo está la Boutique de vinos y parafernalia.

A la voz de “Síganme por favor”, comienza nuestra aventura, a unos pocos pasos del lugar de recepción están las instalaciones donde se reciben las uvas, y a nosotros nos reciben con una fría sangría, perfecta para el clima reinante, con la cual aplacamos la sed, mientras nos explican el proceso de recepción y procesamiento.

En seguida, entramos al lugar donde están los tanques donde se almacena el “Mosto”, o jugo de uva, y donde tiene lugar la fermentación, toda el área está climatizada a una temperatura muy agradable que debe rondar los 25 grados, de allí nos conducen a los tanques gigantes de almacenamiento, de acero inoxidable, donde procesan la “Sangría”, mientras explicaciones van y vienen, continuamos a una bodega donde añejan los mejores vinos, y allí realizamos la primera Cata de vinos, vienen acompañados de unos panecillos, y uno se comienza a poner a tono.

Pasamos al área de producción y almacenaje de los espumantes, proceso complejo e interesante, ya que los elaboran por el método tradicional o clásico, similar al usado en la región de “Champagne” en Francia. Este tour termina en la Bodega de añejamiento de los espumantes, la cual está decorada de una forma seductora y romántica, iluminada con luz de velas, fresca, acogedora, y donde nos brindan una fresca copa de espumante, de primera calidad, de hecho el vino que mas disfruto de Pomar.

Por último, pasamos al comedor donde todo comenzó, donde el plato principal es “Cochino en Caja China”, una especialidad que exacerba nuestros sentidos, al ritmo de un Golpe Tocuyano, y acompañados de una gran variedad de vinos de Pomar, y que al final usted decide con cual quiere disfrutar el resto de la comida. Salimos mas o menos a las 6 p.m., a comprar agua embotellada y directo al Hotel, para descansar, pues el día siguiente arranca a las 6 a.m.

Si a las 6 a.m. hay que estar pero ya en el viñedo por lo que hay que pararse entre 4:30 a.m. y 5 a.m., al llegar a la viña nos sorprende una temperatura muy fresca y agradable, y ante la puntualidad de todos, estamos haciendo cola para montarnos en el Globo Aerostático, una experiencia excelente incluso para los mas miedosos, la vista desde arriba, inigualable, en pleno amanecer, nos llena el alma y el espíritu, al bajar está listo el desayuno, exuberante de platos típicos, arepitas, empanaditas, caraotas, huevo, una gran variedad de quesos de la zona, que luego tendrá la oportunidad de comprar, pero póngase “pilas” porque se terminan pronto, cafecito recién colado,

Nos conducen a una laguna cercana, donde nos ofrecen una charla de viticultura muy amena, tuvimos la suerte de que la que vivimos estuvo a cargo del Ing. Guillermo Vargas, quien dirige toda la operación, después un recorrido por los viñedos, donde probamos las diferentes cepas y nos permiten llevar algunas de souvenir.

Regresamos al centro donde llegamos, para realizar el ritual de “Pisado de las uvas”, rogando a Dios que los vinos probados no hayan sido elaborados de esta manera, y por último el “Bautizo de los Globonautas” actividad por demás simpática que acompañamos con el Espumante Rosé, que el día anterior nos mandó directo a dormir.

En nuestro País por no tener cuatro estaciones, tenemos la dicha de disfrutar de dos tiempos de “vendimia” al año, una en abril y la otra en septiembre, la próxima, específicamente del 31 de agosto al 23 de septiembre, no lo dude, haga su reservación con tiempo, ya que no es fácil de conseguir (un dato, dan prioridad a los miembros del club Pomar, y dependiendo del plan, la inscripción se paga con el descuento). Hay planes de uno dos y tres días, y varios planes para cada uno de los tipos de visita, por lo que tiene una amplia gama de posibilidades a escoger, el descrito en este artículo es de dos días, específicamente el de sábado y domingo.

Información y Reservaciones, comunicarse con el Club Pomar por los teléfonos: 0212-202-8907 / 8909. Web: www.bodegaspomar.com.ve. Email: clubpomar@empresas-polar.com

Amabilidad, cortesía, entrega, simpatía, es lo que destaca en todos y cada uno de los responsables de llevar a cabo nuestra visita, nos entregaron. No nos llevamos el mas mínimo “pero”, todo estuvo perfecto y mas, una experiencia que pronto quiero volver a repetir, y que recomiendo con los ojos cerrados a cualquier persona. Felicitaciones! Pomar, por un trabajo “Nacional” bien hecho.

(Publicado en El Carabobeño en Agosto de 2007)